En el momento culminante de Baldur's Gate 3, los jugadores se enfrentan a una decisión fundamental: liberar al Príncipe Githyanki Orfeo encarcelado o permitir que el Emperador se encargue de la situación. Esta elección, realizada después de adquirir el Martillo Órfico, afecta significativamente el resultado del juego y el destino del grupo.
Actualizado el 29 de febrero de 2024: Esta decisión se produce después de derrotar a Ketheric Throm, Lord Enver Gortash y Orin, lo que requirió una exploración exhaustiva de los distritos superior e inferior de Baldur's Gate. Las consecuencias son profundas; algunos compañeros podrían sacrificarse, lo que requeriría pruebas de habilidad altas (potencialmente 30) para influir en sus elecciones.
Advertencia de spoiler: A continuación se detalla el final de Baldur's Gate 3.
Liberar a Orfeo: Este camino corre el riesgo de que los miembros del grupo se conviertan en Mind Flayers, un contraataque directo a sus objetivos iniciales. Sin embargo, Orfeo se une a la lucha contra el Netherbrain y potencialmente se sacrifica para salvar a otros si se le solicita.
Ponerse del lado del Emperador: Esto conduce a la asimilación de Orfeo, otorgando al grupo una ventaja contra el Netherbrain pero potencialmente alienando a Lae'zel y Karlach debido a la pérdida de Orfeo.
Consideraciones morales: La "buena" elección depende de la lealtad. Orfeo, como legítimo gobernante de Githyanki, se opone a la tiranía de Vlaakith. Ponerse de su lado atrae a quienes priorizan los intereses de Githyanki. El Emperador, aunque intenta detener al Netherbrain y ayudar al grupo, acepta posibles sacrificios, lo que posiblemente lleve a que los miembros del grupo se conviertan en Mind Flayers.
En última instancia, la mejor elección depende de las preferencias del jugador y del resultado deseado. Existen múltiples finales que ofrecen varias resoluciones. La decisión entre salvar a Orfeo y confiar en el Emperador presenta un complejo dilema moral con importantes consecuencias para el partido y el mundo.