Para muchos jugadores de Xbox 360, The Elder Scrolls IV: Oblivion generó momentos inolvidables. Como ex escritor de Official Xbox Magazine, me cautivó de una manera que su predecesor, Morrowind, nunca logró. Desde el principio, Oblivion —originalmente planeado como título de lanzamiento para la segunda consola de Microsoft— captó mi atención. Nuestro equipo publicó múltiples reportajes, con sus impresionantes capturas de pantalla generando expectación mucho antes del lanzamiento. Hice repetidos viajes a la oficina de Bethesda en Rockville, Maryland, para profundizar en su mundo.
Cuando surgió la oportunidad de reseñar Oblivion —un privilegio exclusivo en aquel entonces— no lo dudé. Pasé cuatro inolvidables días de 11 horas inmerso en Cyrodiil, explorando un deslumbrante reino medieval de mundo abierto. Al volver a casa, acumulé 44 horas y le otorgué un merecido 9.5/10 en nuestra reseña, puntuación que mantengo hoy. Repleto de misiones cautivadoras como la saga de la Hermandad Oscura y joyas ocultas como el unicornio, Oblivion ofrecía sorpresas infinitas. Como jugué una versión preliminar en una kit de depuración, reinicié desde cero con la versión retail sin dudarlo.
The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered Screenshots
Ver 6 imágenes
Invertí fácilmente otras 130 horas en The Elder Scrolls IV: Oblivion, así que no es sorpresa que esté emocionado por su remasterización en plataformas modernas.
Para jugadores más jóvenes criados con Skyrim, The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered supone su primera experiencia nueva con la saga principal desde el debut de Skyrim hace más de 13 años, mientras fans de todas las edades esperan The Elder Scrolls VI, aún a años luz.
Dicho esto, Oblivion quizás no impacte a los nuevos jugadores como lo hizo conmigo en 2006. Con casi dos décadas, ha perdido el impacto visual revolucionario que tuvo como primer título next-gen de la era HD en Xbox 360. Aunque el remaster mejora los gráficos, no redefine el panorama como el original. A diferencia de remakes como Resident Evil, reconstruidos desde cero para rivalizar con títulos modernos, remasters como este buscan actualizar clásicos para sistemas actuales.
ResponderVer resultados
The Elder Scrolls IV: Oblivion llegó en el momento perfecto, aprovechando la tecnología HD para redefinir los juegos de mundo abierto. Sorprendió a los jugadores de consola acostumbrados a pantallas de baja resolución, ofreciendo una escala nunca vista. (Aunque, para ser justos, Fight Night Round 3 de EA, lanzado un mes antes, también impresionó visualmente).
Mi tiempo en Oblivion dejó incontables recuerdos de su vasto mundo explorable. Para novatos: o completan la misión principal rápidamente para cerrar las puertas de Oblivion, o déjenla para después de agotar misiones secundarias, pues estas puertas pueden interrumpir la exploración.
El salto de Morrowind a Oblivion fue monumental, hazaña que quizás no se repita hasta The Elder Scrolls VI. Aunque el remaster pueda no sentirse revolucionario para jugadores de la era Skyrim, su mundo minuciosamente elaborado, lleno de aventuras y sorpresas, sigue siendo mi título favorito de la saga. Su regreso, pese a un lanzamiento poco secreto, es un renacimiento bienvenido.