La etiqueta "AAA" en el desarrollo de juegos está perdiendo relevancia, según muchos desarrolladores. Inicialmente implicaba presupuestos masivos, alta calidad y bajas tasas de fracaso, pero ahora se asocia con una competencia impulsada por las ganancias que a menudo sacrifica la innovación y la calidad.
Charles Cecil, cofundador de Revolution Studios, llama al término "tonto y sin sentido", una reliquia de un período en el que el aumento de la inversión de los editores no se tradujo en mejores juegos. Señala Skull and Bones de Ubisoft, inicialmente comercializado como un título "AAAA", como un excelente ejemplo de un fracaso costoso, destacando el vacío de tales etiquetas.
Las críticas se extienden a otros editores importantes como EA, acusados por jugadores y desarrolladores de priorizar la producción en masa sobre la participación de la audiencia.
Por el contrario, los estudios independientes suelen producir juegos que resuenan más profundamente que muchos títulos "AAA". El éxito de juegos como Baldur's Gate 3 y Stardew Valley muestra la primacía de la creatividad y la calidad por encima del presupuesto.
La creencia predominante es que la maximización de beneficios sofoca la creatividad. Los desarrolladores dudan en correr riesgos, lo que lleva a un estancamiento de la innovación en los juegos de gran presupuesto. La industria necesita un cambio de paradigma para recuperar el interés de los jugadores e inspirar a una nueva generación de creadores de juegos.